Ni es lo mismo decir "hola-qué-tal?" que preguntar: "¿Qué tal estás?".
Pasamos los unos frente a los otros sin mirarnos a la cara.
Si nos olvidamos de nosotros mismos, ¿cómo no vamos a olvidarnos de los otros?
Qué pena, ¿eh?
¿Este es el mundo que queremos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario