viernes, 26 de septiembre de 2008

despacito, el verano se va

Hoy casi no queda nada del verano. Puede que unas chancletas que hoy te has puesto por equivocación y que te han hecho pasar frío todo el día. Puede que una foto en el fondo de escritorio. Puede que una postal en un cajón.
O quizá ni eso.
El verano se va.
Nos deja hasta el año que viene y con su marcha se nos van la alegría, la libertad, las terrazas y las claras.
El verano se nos va y aún tardaremos 9 meses en recuperarlo. Y vendrá el otoño y sus lluvias, el invierno y sus bufandas, sus constipados y su frío en la mañana.
Y cuando ya pensemos que estamos cerca, aún tendremos que pasar por la primavera y sus flores azules.
Pero llegará un día, que sin darnos cuenta, los días se estirarán, los cielos serán más brillantes y las noches más mágicas.
Y entonces nos alegraremos de haber esperado tanto tiempo para volverlo a ver. Porque si las cosas buenas fueran eternas, no las apreciaríamos tanto.
Además, y pensándolo bien, hace mucho que no me tomo un chocolate caliente... (con churros!)

1 comentario:

Anónimo dijo...

el verano, el otoño, el invierno, la primavera, la sonrisa de un amigo, el beso de un amor, el color de tu pelo...muchas cosas en nuestras vidas...se van. Y nosotros también nos vamos poco a poco. Orgullosos y felices de haber vivido intensamente ese intenso verano. Porque muchas de las cosas que pasaron en el no las olvidaremos nunca. R.