Ser pasillo del hospital debe ser horrible.
Allí se arrastran los pasos de los familiares al dirigirse a la habitación de un enfermo. Se habla con los médicos en voz queda. Se llora a escondidas. Se secan las lágrimas antes de abrir una puerta.
En los pasillos del hospital, huele a hospital.
Pero antes o después, todo el mundo abandona esos pasillos. Sonriente, tembloroso, muerto. Da igual. Siempre se acaba deshaciendo el camino. Si hay suerte hasta la próxima vez.
Pero hay alguien que nunca se cansa de vagar por allí.
La muerte pasea a sus anchas. Curiosea entre los enfermos, asusta y juega, viene y se va.
Camina frente a las puertas entreabiertas, y cuando le apetece, entra en una habitación. Sin llamar...
Y si le gusta, se queda.
Por eso no me gustan los pasillos del hospital.
Porque te puedes encontrar gente con quien no te apetece encontrarte.
11 comentarios:
anaaa...hace poco fui al hospital, (nada importante) y mirando el suelo y paredes frías, desnudas, despersonalizadas, pensé en dedicarle un post. Lo que pasa es que seguro me pasó después otra idea por la cabeza y me olvidé. Me ha impresionado leer el tuyo y compartir impresiones...
¡espero que no tengamos que ir en mucho tiempo!
besitos :)
y la vida??
la vida nace en un hospital, lucha para seguir adelante, y aunque muchas veces se cruza por el pasillo con la muerte, la mira a los ojos y sigue su camino con una sonrisa pensando "esta vez gano yo".
Se me vienen muchas cosas a la cabeza cuando pienso en un hospital...es algo en lo que prefiero no pensar.
En todos lados puede existir un halo de esperanza... incluso en los pasillos de un hospital.
Ojalá pudiese viajar en el tiempo y darme un último paseo con mi madre por el pasillo del hospital. Sólo uno.
Hola! Yo también era de andar siempre con un bloc de notas por la vida, hasta que descubrí que ese vicio solitario de escribir era posible socializarlo mediante internet... A ver si te voy leyendo más. Un saludo
alas: tienes razón: ¿por qué será que en los hospitales crees que tienes frío aunque estés sudando? Yo también espero no volver en mucho tiempo...
ada, así me gusta, tú siempre tan optimista... Sin embargo, creo que en general, la vida y la muerte suelen estar en empate técnico. ¿No dicen eso de que cuando una vida llega la otra se va?
Mikimono: pues no pienses! Y si consigues estar mucho tiempo sin pensar en él, buena señal!!
Manuel: es verdad, puede haber esperanza. Sobretodo cuando el médico entra en la habitación con una sonrisa puesta. Es como si saliera el sol después de una tormenta...
Nata: siento mucho lo de tu madre. Yo esta semana he estado en el hospital porque la mía ha estado ingresada. Por suerte todo ha terminado con final feliz... Pero te entiendo muy bien...
Yo: Bienvenido!! ¿Sabes? Seguramente el nombre de Blog venga de Bloc!! Voy a visitarte ahora mismo!!
realmente es asi.Tus palabras tan precisas pero tan bellas lo dicen a la perfeccion,describen todo el lugar.Es cierto eso de que la muerte anda a sus anchas...
gracias por tus palabras en mi blog!!
besos
pobrecito el pasillo, se debe sentir muy rechazado
Ana, me alegro mucho de que todo haya ido bien, a pesar de la mala semana...besitos
Odio los hospitales. Salgas como salgas...
Mi hermano trabaja en uno y le reconozco todo el mérito del mundo. Siempre trabajando con la muerte y la vida, rodeado de lo peor y obteniendo siempre lo mejor de sí mismo y de la gente...
Ya que me lo has recordado, le dedicaré próximamente una entrada a mi hermano.
Saludos.
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