Tú vives tan tranquilo pensando que el embalse está bien sellado, pero a veces ves algo, o a alguien, que clava una agujita en tu muro de contención y deja escapar unas cuantas gotas.
Y de repente te encuentras en medio de la calle llorando sin sentido.
Como si te hubiesen pinchado el alma.
Con la cara mojada y el corazón encogido, intentas entender qué te pasa, te sorbes un poco los mocos, secas tus lágrimas con la chaqueta y sigues tu camino.
Y cuando compruebas que no te ha sentado nada mal llorar un ratito, entiendes por qué a veces tienen que vaciar un poco los embalses. Porque si están demasiado llenos, pueden desbordar.
Como las emociones.
Ellas también se pueden desbordar.
4 comentarios:
¿y que pasa con la sequía?
Hay muchos embalses que están secos...y no hay nada peor que querer llorar y que no salgan las lágrimas.
e.
para paliar la sequía siempre quedarán los transvases. Por ejemplo, ver una peli de amor absurda (véase Titanic) y llorar aunque no quieras.
eso es peor todavía, que cuando se abre el grifo no hay quien lo cierre...
(eso sí, a mi Titanic me hace llorar, pero en otro sentido!!)
Let it flow... (Déjalo que fluya)
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